Este libro explora la relación especial que Marcel Proust tenía con París.

Cronológico y biográfico, evoca en primer lugar sus diversas casas parisinas, la vida parisina y el entorno urbano en el que se desenvuelve,

destacando la evolución de sus gustos, la proliferación de su vida social y cultural y la afirmación de su personalidad.

Materializando el paso de la realidad a la ficción, la "habitación" de Marcel Proust, espacio emblemático del Musée Carnavalet,

se descubre entonces como un lugar de introspección y contemplación, un verdadero laboratorio para la obra del escritor.

La última parte, que es importante, se ocupa de la presencia de París en À la recherche du temps perdu analizando los principales lugares parisinos descritos por el narrador-voyeur (el doble del escritor) y sublimados por la literatura, tratando de hacer perceptible la dimensión circular de la novela (el mismo lugar aparece a lo largo de un periodo de 40 años) y de articular las imágenes de la ciudad con los correspondientes extractos literarios.

Un libro ricamente ilustrado que ofrece al lector un recorrido tanto por la obra como por la historia de la ciudad y plantea la cuestión de la persistencia de la memoria del escritor y su obra en el imaginario colectivo y en el espacio urbano.