
Paul Cézanne

Uno de los pintores franceses más significativos de la segunda mitad del siglo XIX, es generalmente considerado «el padre del arte moderno». Comenzó estudiando derecho en Aix, pero en 1861 se trasladó a París para hacerse pintor. En la capital francesa estudió en la Académie Suisse. Expuso con los impresionistas en la primera exposición celebrada en el estudio de Nadar, en 1874, y en la tercera de las muestras del grupo en 1877. A partir de 1878, año en que se trasladó a vivir con Hortense, su compañera, a L’Estaque, cerca de Marsella, comenzó a alejarse de la estética impresionista y a desarrollar un estilo propio. Cézanne consideraba inseparables forma y color. Su lenguaje pictórico se caracteriza por la utilización de áreas de color planas, aplicadas con pinceladas geométricas, que van configurando la superficie del cuadro. Sus paisajes, bodegones y retratos rompen con la concepción tradicional de profundidad, definida por planos sucesivos, e intentan captar pictóricamente la estructura interior de las cosas. Cézanne fue casi toda su vida un pintor incomprendido, incluso fracasado, sólo en los años finales de su vida volvió a exponer en la galería de Ambroise Vollard en 1895, en la que sería su primera muestra individual. A partir de ese momento su obra pudo ser vista en otras exposiciones y comenzó a ser valorada y a influir en los jóvenes fauvistas y en los futuros cubistas. Su exposición póstuma, celebrada en París en 1907, fue toda una revelación y desencadenó el comienzo del cubismo.