La exhaustiva guía de Eric Karpeles, profusamente ilustrada, ofrece un festín para los ojos al celebrar la estrecha relación entre las artes visuales y literarias en la obra maestra de Proust. Karpeles ha identificado y localizado todos los cuadros a los que Proust hace referencia exacta. Cuando sólo se menciona el nombre de un pintor para indicar un determinado estado de ánimo o apariencia, ha elegido una obra representativa para ilustrar la impresión que Proust pretendía evocar.
Los ángeles de Botticelli, las cortesanas de Manet, los guerreros de Mantegna y los santos de Carpaccio se encuentran entre los nenúfares de Monet y los grabados de Roma de Piranesi, mientras que el perspicaz ensayo y el lúcido comentario contextual de Karpeles explican su significado para Proust.
El libro se cierra con extensas notas y un exhaustivo índice de todos los pintores y cuadros mencionados en la novela. Con más de 200 pinturas, dibujos y grabados bellamente reproducidos, y textos de acompañamiento extraídos de la traducción de Moncrieff/Kilmartin/Enright de En busca del tiempo perdido, este libro es una adición esencial a las bibliotecas de los proustianos de todo el mundo y un hermoso volumen por derecho propio.